El milagro de ser Yo

Supongo que este día no quiso ser igual a los demás, por segunda vez llegué tarde a la academia, aun melancólico por lo que Milagros me contó ayer. Después de todo, la mañana no empezó mal.
Hoy es uno de esos días que se espera durante toda la semana, fin de clases, tirarse al abandono en la noche y sobre todo los cursos mas locos.
El profesor llegó un poco tarde, nada que no pudo compensar con un par de bromas a los muchachos y sobre todo a mi.
Dos horas que para algunos que no conoce a mi profe de historia las verían aburridas se fueron casi volando, luego el receso de 15 minutos (que muchas veces se dilata a 20) fue cediendo paso a Wilbert (profesor de Razonamiento Matemático) o mas conocido como “Huacanquito”, que a diferencia del año pasado, logro entender.
En el segundo receso, cuando creí que todo lo referido a mis problemas sentimentales habían acabado, volví a caer, pero pues como que el espeso de Pancho vino a mi lado y me dio una noticia que me movió el piso: estaba primero en la lista de los exámenes de ayer, con 12 respuestas buenas de 30 y sin ninguna falla, jaja, algo increíble para alguien que un día antes no había estudiado nada y que por lo general tiene la mitad de sus respuestas herradas.
Algo bueno después de tantas cosas malas, no está mal, lástima que esta pena me quede aun u no pueda compartir mi felicidad.